Parece que el ejecutivo aragonés, en su anteproyecto de presupuesto para 2017, contempla solo una inversión de poco más de un millón de euros para la construcción del nuevo hospital de Teruel.
Yo no sé si esto no será una nueva oportunidad que Dios, el azar, el destino ó lo que sea, nos da para enmendar lo que para algunos es un inmenso error, el sacar de la ciudad el hospital.
Son muchas las razones para atribuirle ese calificativo y paso a enumerar algunas de ellas.
La primera, y puede que la fundamental, es que no nos sobra el dinero y el hecho de abandonar las instalaciones actuales con muchos miles de metros cuadrados (casi 30.000 m2 de edificación), para realizar una construcción nueva, es en sí mismo un derroche, independientemente de que luego se trate de buscar un uso para dichas instalaciones antiguas.
En segundo lugar, se habla desde hace tiempo de la necesidad de sacar de su actual emplazamiento el campo de futbol, por el impacto negativo que tiene en esa zona y la imposibilidad de resolver los problemas de tráfico y aparcamiento que ocasiona.
Ese espacio podría destinarse perfectamente a esa ampliación de las actuales instalaciones sanitarias, el aparcamiento y otros servicios para las mismas y sobraría espacio para muchas ampliaciones más.
Con la inversión prevista en el nuevo hospital, y la creación de accesos al mismo, se podría tener un hospital mucho mejor y más grande aprovechando y rehabilitando también lo que ya tenemos, además de la necesaria ampliación, pero sin renunciar a los 30.000 m2 ya existentes..
El emplazamiento elegido para su nueva ubicación presenta, según se ha manifestado en numerosas ocasiones, un riesgo sísmico importante por encontrarse sobre una falla del terreno, lo cual hace aún menos conveniente la ubicación prevista, a pesar de que se haya modificado el proyecto para contemplar este riesgo. No conozco las características exactas de la falla ni las previsiones del proyecto, pero es difícil evitar los daños de un terremoto cuando la edificación se encuentra sobre la propia falla como en este caso.
Se ha hablado alguna vez de que, por el hecho de ser un hospital comarcal, debería situarse cerca de las vías principales de circulación y acceso a la ciudad, como si el acceder al actual hospital hubiese producido alguna vez problemas, pero es que además, el acceso de ambulancias al hospital no tiene comparación con el problema que se crea para los usuarios habituales de edad elevada, que son muchos, para acceder a consulta en unos casos y para compañía de familiares hospitalizados en otros y que se verán obligados a desplazarse en autobús y cuando vuelven a casa, al final de la tarde y principio de la noche, esperar a ese autobús en un clima como el nuestro y en zonas poco transitadas, además de la poca rentabilidad de esa línea de autobuses que será necesario prever lo que conllevará que no haya muchos viajes a determinadas horas.
Se ha tomado como ejemplo lo que se realiza en muchas ciudades que no disponen de la posibilidad de ampliación de las instalaciones existentes, que no es nuestro caso.
Por todo ello pediría a nuestros políticos revisaran una vez más la decisión adoptada y se re-estudiara la posibilidad de rehabilitación y ampliación de nuestro actual hospital.
Creo que económica, técnica y socialmente sería muy aconsejable y los actuales retrasos lo hacen posible, además de que el resultado sería en mi opinión mucho mejor.
José Antonio Virto
TERUEL