«Las figuras»

No soy forofo del football ni voy a opinar sobre las tarjetas por faltas en las jugadas, pero me parece increíble lo que sucede en el Real Madrid con su directiva.
Que Cristiano Ronaldo se permita el lujo de hacerse acreedor de una tarjeta amarilla por quitarse la camiseta, sabiendo que esto esta penalizado y finalmente suponga no poder jugar algún partido, con lo que le cuesta al equipo cada partido resulta inadmisible y que la directiva no lo sancione con una multa acorde con su sueldo sorprendente.
Estas faltas de autoridad y de coherencia deberían ser protestadas por los socios con energía, pero ya sabemos, el football es el football y ahí todo es diferente.

Repetir la historia.

 

Leyendo lo que dijo este sabio hace ya casi 2400 años se le ponen a uno los pelos de punta.
Hay una expresión muy popular en estos tiempos que dice: «Millones de moscas no pueden estar equivocadas, luego la mierda es buena»
Por desgracia esto es mas verdad de lo que parece y ahora todo se dirime con los votos y pensamos que porque la mayoría apoye determinadas premisas, estas se convierten en correctas y en las más adecuadas y esto por desgracia no solo no es así sino que es mas frecuente que esté errado que acertado.
Confundimos con frecuencia la verdad con lo que nos gustaría que fuese la verdad y esto y nuestra falta de conocimientos y de otros valores que se van perdiendo, nos está llevando en una dirección equivocada.
Perez Reverte decía hace tiempo que estamos gobernados por los mediocres y puede que no le falte razón. Hoy alcanza el poder
el que le dice a la mayoría lo que esta quiere oír, el populismo, y esto como ya he dicho, suele no ser lo mas conveniente ni acertado.
En fin, o nos enmendamos nosotros por propio convencimiento o nos enmendarán las circunstancias y una realidad que siempre se manifiesta muy tozuda.

«Parece falta de autoridad»

No soy forofo del football ni voy a opinar sobre las tarjetas por faltas en las jugadas, pero me parece increíble lo que sucede en el Real Madrid con su directiva.
Que Cristiano Ronaldo se permita el lujo de hacerse acreedor de una tarjeta amarilla por quitarse la camiseta, sabiendo que esto esta penalizado y finalmente suponga no poder jugar algún partido, con lo que le cuesta al equipo cada partido resulta inadmisible y que la directiva no lo sancione con una multa acorde con su sueldo sorprendente.
Estas faltas de autoridad y de coherencia deberían ser protestadas por los socios con energía, pero ya sabemos, el football es el football y ahi todo es diferente.

“El esquirolaje” (17-08-2017)

Estos días, a cuenta de la huelga de los trabajadores de Eulen en el aeropuerto del Prat, se están escuchando muchas versiones e interpretaciones de los sucesos que, al menos en mi opinión, parecen poco acertadas, respecto de la actuación por parte del gobierno.

Para empezar, por parte del ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat se señala que la decisión del gobierno de la nación de llevar a la Guardia Civil es correcta, pero que llega tarde, según ellos se debería haber hecho antes. ¿Se imaginan cuales habrían sido los comentarios si se hubiese procedido así hace días si aún hoy es cuestionada por muchos grupos y partidos calificándola de “esquirolaje”?

Por otra parte y con respecto a la acusación de esquirolaje, personalmente creo que se están interpretando mal las obligaciones que la administración tiene de garantizar los servicios públicos.

El derecho de huelga ampara a los trabajadores frente a desavenencias con su empresa y es un asunto que compete a ambos, los trabajadores con su derecho a no trabajar para presionar a la empresa y que les supone la pérdida del salario los días que no trabajen y la empresa que se ve afectada en su negocio por esa negativa a trabajar de sus empleados, medidas por tanto que afectan a ambas partes y que deberían llevar a alcanzar un acuerdo “posible y razonable” para la continuación de la actividad.

Sin embargo, en aquellos casos en los que esa actividad afecta a un servicio público, muchos piensan que el derecho de huelga concede a los trabajadores la posibilidad de bloquear dicho servicio, como forma de aumentar la presión sobre la empresa y la administración a la hora de alcanzar el éxito en sus reivindicaciones y eso, en mi opinión, no es así y debería conllevar una actuación enérgica por parte de nuestros gobernantes.

Si por ejemplo AENA, contrata el servicio de vigilancia o el de limpieza con una empresa, lo debe hacer con unas condiciones y penalizaciones adecuadas y desde luego con la posibilidad de suspender el contrato, temporal o definitivamente, si no se presta el servicio de forma adecuada.

Si los trabajadores de la empresa hacen huelga, esta huelga puede motivar la suspensión del contrato a la empresa por parte de la administración, con las consecuencias económicas que ello pueda suponerle e incluso sanciones, pero la administración debe automáticamente buscar la solución, incluso con otras contrataciones, para seguir prestando el servicio. Los trabajadores de la empresa adjudicataria, ni siquiera la misma empresa, son propietarios sino concesionarios del servicio que prestan y no pueden, incumplir su prestación y bloquear la prestación de ese servicio.

Por poner un ejemplo, si una empresa de cualquier tipo o un colegio contrata a otra empresa de transportes  para que traslade a sus trabajadores en autobús hasta la fábrica o a los alumnos hasta el colegio y por una huelga de los trabajadores de la empresa de transportes, este servicio se interrumpe o no se presta debidamente, ¿alguien piensa que la empresa o el colegio contratante no tiene derecho a solucionar el problema del transporte acudiendo a otras empresas que le presten el servicio? ¿Acaso deberían cesar en su actividad, empresa o colegio, hasta que se solucionase la huelga de la empresa transportista? El derecho de huelga si que incide sobre la posibilidad de sustitución de los trabajadores huelguistas por parte de la empresa para la que trabajan, pero en nada afecta a los ajenos y externos a esa empresa.

Pues bien, esto que para mí es tan evidente, cuando se trata de la administración, lo primero que buscan los afectados, e incluso está bien visto por algunos sindicatos y partidos, es bloquear el servicio para que el malestar de los ciudadanos juegue a su favor en una rápida resolución del conflicto. No podemos olvidar que los problemas entre trabajadores y empresa, con ser importantes, afectan a un interés particular y no puede sobreponerse al interés general y la administración y los gobernantes, aún con un posible coste electoral, deben tenerlo muy claro y actuar salvaguardando esos intereses generales.

 

José Antonio Virto

                                                                                              TERUEL