La verdad amigos es que, al menos yo tengo esa sensación, en España se presta bastante más atención a los inmigrantes que a los ciudadanos necesitados, muchos de ellos jubilados, con unos ingresos que se parecen más a una limosna que a otra cosa.
Estos dos últimos años se han producido manifestaciones de los jubilados reclamando unas pensiones dignas y una atención prioritaria frente a otros que vienen a este país a reclamar unas ayudas y atenciones a las que en nada han contribuido.
¿Cual es el resultado? pues que les han subido las pensiones unos pocos euros, una subida vergonzosa, y se han vuelto a olvidar de ellos.
Cada vez que algún político sale a la palestra a hablar de pensiones, lo hace para señalar que el actual sistema de pensiones es insostenible y dejar entrever que a corto plazo estas van a sufrir recortes.
Sin embargo, hace unos días salía la noticia de que se estaba estudiando la posibilidad de dar a los «menas» (inmigrantes menores de edad no acompañados) una paga de más de seiscientos euros al mes hasta los 23 años, sin que se hablase de contraprestaciones como que se dedicaran de forma efectiva a formarse y adquirir conocimientos que les permitiesen integrarse en la producción de este país y contribuir a devolver las ayudas recibidas.
Para algunos estos más de seiscientos euros será una cantidad ridícula, pero deberían pensar que muchos de nuestros ancianos reciben una pensión de menos de cuatrocientos, con la diferencia de que estos jóvenes tienen plenas facultades para trabajar y los ancianos no.
Creo que las acciones de los ancianos y pensionistas tienen que cambiar inmediatamente y hacerse visibles a diario, no solo de vez en cuando en alguna manifestación.
Yo les aconsejaría que en lugar de sentarse a tomar el sol en el parque o en la plaza, lo hagan delante de sus ayuntamientos, esos que reparten cheques comida, para que sepan que ellos también deben ser destinatarios de dichos cheques.
Que se sienten a la puerta de las delegaciones de gobierno y de los ministerios, para que los políticos y funcionarios sepan que existen y tienen necesidades que no pueden cubrir.
Que se sienten delante de las sedes de las ONG´s que se dedican a ayudar a cualquier persona no nacional, para que sepan que no necesitan salir al mar o ir a buscar a los puertos personas que necesitan ayuda.
Hay que conseguir dar visibilidad a los nuestros y sus problemas y tratar a los demagogos y populistas como se merecen.
Esto es solo una sugerencia, que no tiene nada de xenófoba, sino de gratitud merecida por los que han trabajado porque España sea ahora lo que es.


