He escuchado a algunos analistas políticos que, en el debate de ayer, faltó una mayor definición de cuales podían ser los pactos después de las elecciones.
Para mí ese asunto quedó meridianamente claro.
Abascal está dispuesto a pactar con PP y/o C´s para conseguir que el PSOE no gobierne.
Pablo Casado confía en alcanzar un pacto con VOX y C´s para formar gobierno, si suman los escaños suficientes y es el único pacto que está dispuesto a hacer.
Ribera no quiere que gobierne Sánchez y estaría dispuesto a pactar con PP y Vox, si la suma sale, pero también estaría dispuesto a negociar con Sánchez, siempre que acepte las condiciones que imponga y que no pacte con Unid@s Podemos.
Iglesias está dispuesto a pactar con Sánchez y el PSOE pero si entran en el gobierno y con competencias, no como «floreros» y por supuesto sin que Sánchez pacte a la vez con algún partido de derechas.
Por último, Pedro Sánchez, está dispuesto a dejarse «querer» por todos, y le gustaría que, para evitar un nuevo bloqueo y unas terceras elecciones, en caso de ser el partido más votado, le apoyaran o se abstuviesen todos los demás y gobernar solo si es posible. Dentro de ese «dejarse querer» están por supuesto, los nacionalistas e independentistas, y por eso los trató con guante de seda, para evitar un enfado poco conveniente y porque es consciente de que en cualquier caso, sin el apoyo de los independentistas es prácticamente imposible su investidura.
Ese es el panorama, para mi muy claro y nada sorprendente, aunque «la pelota estará en el aire» hasta el domingo 10-N por la noche.

La imagen puede contener: 5 personas, incluido Javier Quintero Fernández, personas de pie
5 de octubre de 2019· 

¡¡¡Gracias Sr. Sánchez!!! ¡Hoy he dormido mucho más tranquilo!
Después de su diagnóstico de ayer de la crisis en Cataluña y de abrirnos los ojos al señalar que no se trata de una «crisis de independencia» sino de una «crisis de convivencia» todo está mucho más claro y la solución al alcance de la mano.
Pero, por si a pesar de ser evidente la solución, a los torpes de los ciudadanos no se nos ocurría, usted dejó la solución bien clara:

-Impartir una asignatura sobre convivencia y respeto a todos los alumnos de España.
-Convocar a la mesa de partidos de Cataluña para negociar lo que haga falta.
-Exigir una mayoría de 2/3 o sea, del 66,6% para designar los gestores de los medios de comunicación públicos y así evitar su patrimonialización por parte de los partidos en el poder.

¡¡¡y «voila» problema solucionado!!!.
Una visión del problema y su solución, tan simple, solo se le puede ocurrir pues a un «simple». ¿A quien sino?.

Así que mucho ánimo a todos los ciudadanos, sobretodo a los constitucionalistas catalanes, que pueden ya estar seguros de que votando al «saltimbanqui» de Iceta, su problema se reduce tanto, que ya casi no es ni problema.

La imagen puede contener: 5 personas, incluido Javier Quintero Fernández, personas sonriendo, personas de pie y de traje

Los independentistas catalanes buscan prolongar los desordenes todo el tiempo posible y para ello, una medida como el permitir salvar el curso sin asistencia a las clases, es la forma de garantizarse la participación diaria de muchos de estos jóvenes en las manifestaciones y altercados.
Esta circunstancia no debería olvidarse ni permitirse si se quiere acabar con los desórdenes callejeros.

La imagen puede contener: fuego y comida

Los universitarios independentistas catalanes han exigido que se les permita pasar las asignaturas con un único examen y estar eximidos de la asistencia a clase, y han basado esa petición o exigencia, en que el «derecho de manifestación» se vería mermado si tienen que renunciar a la asistencia a esas manifestaciones por tener que asistir a clase para no perder el curso.
Y digo yo, ¿los trabajadores por cuenta ajena no podrían exigir, basándose en los mismos derechos, que se les eximiera de asistir a los centros de trabajo para poder asistir a las manifestaciones, en el ejercicio de ese derecho, pero que el sueldo se les ingresase igualmente?.
¿Os acordáis de lo que sucedía con la universidad en el País Vasco y los presos de ETA, que a todos les aprobaban los exámenes y sacaban las carreras desde la cárcel, gracias a las presiones y amenazas a los profesores?
Estas universidades catalanas y sus rectores proclives al independentismo, ¿no darán harán algo parecido y darán esos títulos a todos esos CDR´s que se examinen finalmente sin asistir a clase?
¿Que sentido tiene aportar a esas universidades una enorme cantidad de dinero para financiar una docencia que no se da?
¿No sería lógico retirarles la parte proporcional de las aportaciones de dinero público ya que no van a impartir clases?
¿Quién y como va a compensar a los buenos estudiantes por el desprestigio de sus carreras como consecuencia de esas decisiones políticas de los rectores?
El Sr. Ministro de Universidades, D. Pedro Duque, debería «bajar de la luna» y actuar, o al menos esa debería ser su misión ante estos despropósitos y no limitarse a mandar algún que otro tuit.

La imagen puede contener: 2 personas, multitud
La imagen puede contener: una o varias personas y personas sentadas

Ayer, desde la Generalitat de Cataluña, se anunció la puesta en marcha de la investigación sobre la actuación de los Mossos de Esquadra durante los disturbios de la semana pasada y la adopción de medidas disciplinarias, si procede.
¿Si procede a juicio de quién? ¿De esos responsables políticos que azuzaban a los manifestantes?.
Mientras tanto, los miembros del «gobierno en funciones» guardan un significativo silencio.
¿Esto es a lo que se referían con la buena coordinación de las fuerzas del orden? ¿El que si cumplen con su deber van a sufrir las consecuencias de su correcta actuación?
¿Esperan que los Mossos vuelvan a cumplir con su cometido, como sin duda hicieron, para que después de ser agredidos en la calle, con numerosos heridos, sean agredidos en sus cuarteles y en sus casas por esa «bazofia» que gobierna Cataluña, ante la mirada indiferente del Sr. Sánchez?.
¿No existe una obligación de proteger a las fuerzas del orden, en este caso los Mossos, de los abusos por parte de unos delincuentes que ocupan las instituciones catalanas y que la ley les ha atribuido la capacidad de represaliarlos aunque como en este caso sea improcedente además de injusto?.
¿Es este el escenario que los ciudadanos españoles vamos a tener en esta obra de opereta protagonizada por Sánchez y su tropa?.
¿Es esto lo que pueden esperar los ciudadanos constitucionalistas de Cataluña? ¿Quien los va a defender la próxima vez, de la violencia de los independentistas, si no se atajan de raíz estas actuaciones y represalias?
Puede que muchos votantes del PSC sean constitucionalistas, los que no creo que lo sean tanto son sus dirigentes a juzgar por lo poco que se les ha visto durante estos días y por su tradición de pactos con los independentistas en todas las instituciones catalanas, así que los votantes catalanes deberán pensar seriamente que hacer con su voto el día 10 de noviembre, si de verdad esperan algún tipo de ayuda del estado para evitar ser «arrollados» por los independentistas.

La imagen puede contener: una persona
La imagen puede contener: una persona, tocando un instrumento musical