Hoy queridos amigos, hay dos cosas que me preocupan y me entristecen, porque creo que aportan poco positivo a la política española y a la convivencia, pero sobre todo, a la confianza de los ciudadanos en sus políticos.
Que las promesas de los políticos en campaña electoral, incluso fuera de ella, no suelen cumplirse es algo conocido por todos, pero cuestión distinta es que justamente se haga lo contrario de lo que se ha repetido y prometido hasta hartarse y hartar a los ciudadanos, durante la campaña y cuando se ha pedido el voto a los ciudadanos.
Esa circunstancia se han encargado de ponerla de manifiesto todos los miembros de la oposición, pero también incluso otros diputados que inicialmente se habían mostrado dispuestos a apoyar al PSOE y que, visto el pacto con Unid@s Podemos y los acuerdos con los independentistas, con PNV y con Bildu, han rechazado los acuerdos previos y han optado por una opción prioritaria como es el evitar el inicio de una deriva que conlleva necesariamente a la liquidación del estado y de su bienestar.
La segunda cosa que me preocupa es que lo que se inició con la mejor intención para reivindicar inversiones para Teruel y para el resto de la España vaciada, lo primero que va a conseguir es dinamitar ese lazo que nos unía a tantos turolenses y forjarnos una fama, ante muchos ciudadanos españoles, de egoístas irresponsables que somos capaces de favorecer cualquier iniciativa, por cuestionable que sea, a cambio de un plato de lentejas que aún esta por ver que recibamos y que, para muchos, no justificaría en ningún caso ese apoyo.
Antes de ver el alcance de las verdaderas intenciones y acuerdos del Sr. Sánchez, ya dije que, dado el carácter múltiple que tenían los votantes de Teruel-Existe, lo propio era una abstención que respetase esa pluralidad y solamente un voto de apoyo, en el caso de que evitase un nuevo bloqueo.
Después de ver la realidad de lo iniciado y pretendido por el Sr. Sánchez, mi opinión es que no se puede tratar de justificar un voto de apoyo a un proyecto desintegrador del estado, aunque de momento no constituya más que un inicio, a cambio de ninguna prebenda ni ninguna inversión.
Está claro que muchos de los integrantes de Teruel Existe y sobretodo su representante y allegados, no lo ven así, movidos también por «filias y fobias» no se puede negar, pero deben ser conscientes de todo lo que ello conlleva y ya he mencionado anteriormente y de que, si se confirman los presagios, van a conseguir dar fama a Teruel Existe, sin duda, pero no la fama que deseábamos, pues aunque las investidura cuente con los 167 votos previstos, solo uno será el verdadero protagonista de propiciar ese desastre para la opinión pública, ¡¡¡El nuestro!!!